Sin embargo, es bueno recordar las actividades que se pueden disfrutar al aire libre, de forma que estimemos una gradación -siempre sujeta a discusión- de las que más y menos agreden al medio, por pura curiosidad malsana. O por investigar, influir o incluso adoctrinar, aunque ésto último no me lo creo mucho, por la escasa proyección mediática de este blog. Y que yo prefiero que la gente piense un poco, tenga algo de independencia, lo consulte con la almohada. Y si ésta responde, tanto mejor.
Comenzamos esta serie con un deporte invernal muy popular, mediático y que reparte mucha pasta en ciertas zonas de alta montaña: el esquí en todas sus modalidades.
Estación de Valdesquí, entre Madrid y Segovia (Wikipedia) |
Petroglifo de la isla de Rooya, en Noruega, ahora vandalizado (Smithsonianmag) |
Hablando de arqueología, en Hoting (Noruega) apareció un trozo de madera de 4.500 años de antigüedad, supuestamente un esquí, aunque algunos autores sostienen que el primitivo esquí se originó en Asia Central, en la región de Altai, desde donde radió a otros lugares.
Ya en la época contemporánea, las primeras carreras de esquí se celebraron en Noruega entre 1850 y 1860, tras las innovaciones de Sondre Nordheim realizadas en Telemark.
Nordheim esquiando al estilo Telemark (historia del esquí) |
Hay multitud de modalidades de esquí, la más conocida (y agresora del medio) es el esquí alpino, ya que depende de la estaciones de esquí. Esta modalidad se desarrolla en pistas descendentes de diferente dificultad, de muy fáciles (verdes), fáciles (azules), difíciles (rojas) y muy difíciles (negras). Para acceder a la parte superior de estas pistas es imprescindible la ayuda de los remontes mecánicos, con telesillas, telesquís y telecabinas.
También tenemos el esquí de travesía, que es un paseo, más bien horizontal, por el campo nevado, sin ayudas. Muy parecido al puro montañismo, y no tan lesivo para el medio ambiente. Otra modalidad parecida es el esquí de fondo o nórdico, en el que el deportista se desliza con esquíes y bastones por circuitos ya trazados. Para ello también existen estaciones especializadas. Hay otras modalidades menos conocidas y practicadas: snowboard, monoesquí, heliesquí, motoesquí, Telemark, trineos o parapente con esquíes. Nos vamos a centrar especialmente en los impactos del esquiador alpino y de fondo y, especialmente, en las estaciones de esquí.
En invierno, el suelo de algunas zonas en altitud se cubre de una gruesa capa de nieve, que lo protege de las actividades humanas de otras épocas del año. De la misma forma, también la vegetación queda protegida y aislada del viento gélido y las bajas temperaturas, favoreciendo su conservación y "descanso". Sin embargo, todas las benéficas propiedades protectoras de la nieve únicamente ocurren cuando su espesor es suficientemente grande.
Gruesa capa de nieve en Sierra Nevada (Pixabay) |
El topillo nival, un auténtico superviviente (El Guadarramista) |
Otros animales presentan diferentes estrategias, como ralentizar sus actividades vitales con el fin de ahorrar el máximo de energía.
De esta forma, la presencia continuada de esquiadores en su hábitat puede resultar en la huida del animal y abandono de su refugio, con el gasto energético extra que esto le supone, lo que compromete su propia supervivencia.
Esquí de fondo en España (Mundo Deportivo) |
En cuanto a la práctica del esquí en pista o circuitos señalizados, los esquiadores pueden causar escasos daños, puesto que el impacto ambiental ya se ha producido antes, durante la fase de construcción de las mismas. De todas formas, en España tenemos el problema ubicuo, que comparten esquiadores, excursionistas, ciclistas, cazadores, organizadores de carreras y todo lo que se menee en el campo, es el abandono indiscriminado de basura. Es, por ello, necesario tener presente que toda la basura dejada sobre la nieve emergerá milagrosamente cuando ésta ya no exista, dejando un panorama verdaderamente desolador, ya que la materia orgánica y los restos biodegradables tardan mucho más en descomponerse en suelos nevados.
Volveremos a insistir sobre el impacto ambiental del esquí en una próxima entrada dedicada a las estaciones de esquí, lugar de peregrinaje de tantos y tantos aficionados.