Tal vez no sepa el lector que yo, allá por enero de 2011, defendí una tesis doctoral algo heterodoxa, dirigida por mi maestro y queridísimo profesor -amén de excelente ser humano- José Fariña Tojo, que trataba de aprovechar las ruinas, vestigios y afloramientos que aparecen en el paisaje mediante una metodología, siempre mejorable, que yo mismo inventé. La tesis se puede descargar libremente en este enlace.
Antes de su redacción me dediqué, durante un tiempo, a explorar y visitar 40 yacimientos arqueológicos -aunque podrían haber sido afloramientos minerales, árboles singulares, minas abandonadas o cualquier otro elemento paisajístico olvidado- por la malagueña Costa del Sol, entre Guadiaro y Torrox.
Hace unos días, mientras montaba en bicicleta por el excelente paseo marítimo que comunica Marbella con Puerto Banús, se me ocurrió la brillante idea de visitar, de nuevo, los tres yacimientos marbellíes más significativos, para comparar su estado con lo que yo mismo pude apreciar en 2010. Por tanto, esta es una entrada que pretende alabar -o no- la labor de las autoridades competentes en la protección de un Patrimonio Histórico tan llamativo como pueden ser unas termas romanas, una basílica visigoda o una villa romana con bellos mosaicos. No un conjunto de pedruscos tirados en un ignoto sembrado, con perdón.
Comenzamos por las Termas Romanas de las Bóvedas, en San Pedro de Alcántara. Me refería a estas termas -con sus citas bibliográficas- en estos términos:
"Se denomina Termas de Guadalmina o Las Bóvedas al primero de los yacimientos, debido a la presencia de una enorme y descarnada bóveda de mortero, llamativo resto de un antiguo recinto termal, claro vestigio de un antiguo asentamiento que algunos autores identifican como Cilniana. Esta imponente ruina se encuentra en una zona próxima al arco de entrada de San Pedro de Alcántara, entre los ríos Guadaira y Guadalmira, y sobre la vía romana que llevaba de Cartagena a Cádiz, rodeada actualmente por un bosque de eucaliptos. Se configura el espacio termal a través de una planta casi cuadrada, de unos 11,5 metros de lado, dividida en tres naves por una serie de pilares de traza irregular."
Las termas en 2010 (La Gaceta de Gea) |
El éxtasis duró hasta que miré al suelo, encontrándome con acúmulos de latas, papeles, servilletas sospechosas, botellas de plástico y demás basura. Tampoco me había fijado en los grafitis de los "artistas plásticos" de rigor. Mi gozo en un pozo, vaya desastre: el maridaje perfecto entre la desidia de las autoridades y la educación -de algunos sujetos o sujetas, como se dice ahora- más bien precaria.
Las Termas en 2019. Sin novedad en el potaje (La Gaceta de Gea) |
En la actualidad no hizo falta que me colara: el monumento es visitable -libremente- en un determinado horario. Gratis, por supuesto: la maldición bíblica española y una de las razones por las que yo creo que el patrimonio no se valora. Y es que los "comunes", lo gratis, está abocado al fracaso. Yo creo que hay que pagar, aunque sea de forma simbólica, un eurito por ejemplo.
Dentro ni visitantes ni vigilantes, prácticamente igual que lo recordaba. El mismo monumento dramático en su forma y factura, tan sucio y descuidado como antaño, con sus grafitis, su basura y su débil barandilla que no sirve para nada. La misma penuria, vamos.
Las paredes del monumento, algunas decoradas con excelente gusto... (La Gaceta de Gea) |
Espectacular sala principal con el caldarium, rodeada de bancos (La Gaceta de Gea) |
"Edificada posiblemente en el segundo tercio del siglo IV de nuestra era, la Basílica Paleocristiana de Vega del Mar ha sido conocida de siempre como "Cementerio de los Moros", y fue descubierta a principios del siglo XX como consecuencia de unos trabajos de plantación de eucaliptus, los que constituyen en la actualidad el pequeño bosque que rodea el yacimiento."
"Como todas las iglesias de esta peculiar tipología, dispone de dos ábsides contrapuestos, uno semicircular, al este, y el otro, que era el ábside principal, al oeste, con forma de herradura e inscrito en un rectángulo que forma dos aposentos laterales a su alrededor. De éstos, el situado al norte contiene una bien preservada pila bautismal, tallada en una sola piedra con forma exterior de pez, de claro simbolismo cristiano, cuatrilobulada en su interior con los siete escalones que corresponden a los siete grados del misterio del Espíritu Santo, descritos posteriormente por San Isidoro: tres de descenso, el central y tres de ascensión. Este aposento tiene dos puertas, una al exterior y otra a la nave, como corresponde al rito, según el cual el nuevo catecúmeno no debía entrar en la iglesia hasta haber sido bautizado. Las entradas estaban situadas en los costados norte y sur, donde aún quedan los restos de los pórticos laterales, de los cuales el del lado norte ha sido utilizado como zona de enterramiento."
Estado de la basílica en 2010, rodeada de eucaliptos, con el vallado roto y libre albedrío en su interior (La Gaceta de Gea) |
En 2010 el yacimiento se encontraba completamente rodeado de un bosque de eucaliptos que hacía de aparcamiento, merendero, zona de esparcimiento playero o qué se yo, a juzgar por la suciedad del enclave. Dicha basura, como suele pasar, no se limitaba a la zona de alrededor del yacimiento, sino que aparecía dentro del mismo debido al vallado rasgado, por donde se colaban personas con y sin animales; no me hubiera sorprendido ver a alguno hacer sus necesidades en la pila bautismal, en ese momento completamente abierta, sin protección.
Vista de la basílica desde el mirador (La Gaceta de Gea) |
El conjunto se remata con un mirador de madera, elevado, sobre el que se pueden admirar los restos, dilucidándose la planta de la antigua edificación, con sus dos ábsides enfrentados. Los carteles de intepretación son absolutamente ilegibles, lo contrario que la hermosa placa de inauguración del mirador y verja por el político de turno. Desde luego, es mucho más importante la grandeza de éste último que la correcta interpretación del monumento, claro.
La pila bautismal, antes descubierta, se ha protegido con un cristal sobreelevado, lleno de polvo en el momento de la visita, con lo que no se podía apreciar nada.
Está claro lo que es importante (La Gaceta de Gea) |
Nos vamos hacia Marbella para visitar la Villa Romana de Río Verde. Ya escribí en su momento:
"La Villa Romana de río Verde se sitúa junto al río del mismo nombre, configurándose como una vivienda señorial mixta datada entre el siglo II y el IV d.C. Aparecen, en su interior, varios mosaicos localizados en los pasillos del peristilo y en tres habitaciones, así como en el peristilo r y a la fabricación de salazón de pescados. Las excavaciones arqueológicas realizadas desde 1960 han sacado a la luz una parte de las estancias de esta casa, así como un conjunto de gran calidad y temática muy diversa, que decora el peristilo y las habitaciones anexas. En uno de los frentes del peristilo aparece un ninfeo en dos niveles, decorado con mármoles de colores."
La villa en 2010 (La Gaceta de Gea) |
La villa en la actualidad; esto sí que es una musealización y no lo visto anteriormente (La Gaceta de Gea) |
Interesante mosaico con utensilios de cocina (La Gaceta de Gea) |
Finalizamos esta entrada que resume, en cierto modo, el estado de los yacimientos arqueológicos en España: algunos excelentemente musealizados mientras que otros muchos -algunos realmente importantes- languidecen en el más absoluto de los olvidos.
Creo, sinceramente, que deberíamos más prestar atención a las huellas de nuestro pasado y aprovecharlas en nuestro bien como individuos y sociedad, revivirlas, dotarlas de uso. No solo convertirlas en museos, sino en otras cosas: restaurantes, spas, hoteles, tiendas y demás ¿Porqué no?
Alguno se me echará encima por sacrílego, pero me parece que revitalizar y reutilizar una ruina es como revivir a un muerto: un bonito milagro.
¿Y acaso los milagros no existen?
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