"Por la tarde, después del almuerzo, y terminada la vista de los palacios y jardines, se reanudará la excursión, avanzando por la gran avenida situada delante del jardín del Príncipe, hasta su terminación que existe aguas arriba del colgante, por donde se entró por la mañana." Salimos por la calle de la Reina -vía de dos carriles en lugar de gran avenida- que luego se transforma en la carretera M-305, hacia el explícito Villaconejos. Los meandros del Tajo serpentean entre sotos arbolados, campos de cereal y pequeños viñedos mientras que, a la derecha, se elevan los altos escarpes rocosos del borde de la mesa de Ocaña.
Avanzamos dejando a la derecha el embalse del Embocador, un pequeño azud utilizado para mejorar el regadío de la vega del Tajo. Un poco más adelante, cogemos una bifurcación a la derecha: la carretera M-318 con dirección a Colmenar de Oreja. Un par de kilómetros después nos detenemos a la derecha para observar el barranco.
La silueta del castillo de Oreja, sobre el escarpe, dominando la fértil vega del Tajo (La Gaceta de Gea) |
"Sobre unos grandes peñones, junto a una barrancada que desciende de la mesa de Ocaña al río, se ven las ruinas del castillo de Oreja, que defendía antiguamente la barca y el paso del río entre la llanura del Norte y la altiplanicie del Sur". Efectivamente, tras los campos de cereal y el bosque de galería de chopos, sauces y olmos, aparece la sombra recortada de la potente torre del homenaje, del siglo IX.
Seguimos por la M-318: "la carretera tuerce al NE, penetrándose en el nivel litológico de las margas; a la fertilidad de la llanura baja del valle del Tajo, sucede la aridez de las cuestas yesosas; a los cultivos ortícolas (literal) y a los frutíferos viñedos, la estepa, de matas pinchudas, de hojas pequeñas y coriáceas, y de aromas penetrantes; plantas adaptadas para resistir a la sequía, espaciadas, dejando al descubierto la superficie gris del suelo margoso". Solo un apunte a esta exhaustiva descripción: esto parece la estepa de Mongolia, a 40 kilómetros de Madrid; exotismo en estado puro.
Entramos en el pequeño valle de San Juan. Justo antes del acceso de la urbanización homónima -en la que no hay yurtas, únicamente viviendas unifamiliares con parcelita, lo que evidencia el carácter sedentario de sus moradores- y a la izquierda, en una finca vallada y en lo alto de un farallón margoso, aparece un hábitat troglodítico consistente en una serie de habitaciones excavadas en la roca.
El hábitat troglodítico en 1926 (Guía) |
El hábitat troglodítico en la actualidad (Google Street View) |
Entramos en Colmenar de Oreja por la calle de Aranjuez, el acceso antiguo del pueblo. La guía nos promete que "en el talud de la derecha existen calizas blancas en capas horizontales" y, a la izquierda, "diversos pozos, abiertos para extraer la arcilla empleada en la fabricación de tinajas": de lo primero no he visto nada y de lo segundo una zona vaciada a modo de cantera; podría ser, o no.
Balsas de preparación de la arcilla, para la fabricación de tinajas (Guía) |
La fuente de las Pajaritas (La Gaceta de Gea) |
Una imagen de la guía capta mi atención: un antiguo lavadero bordea un camino de tierra cuya escalinata parece introducirse en un enorme túnel, excavado contra el murallón de casas típicas apelotonadas. Precioso; hay que encontrarlo, no debe andar muy lejos.
Hay que encontrar este rincón (Guía) |
Tras el lavadero aparece la boca del túnel que discurre bajo la armoniosa Plaza Mayor siguiendo el cauce del arroyo Zacatín: es el Ojo del Puente o Arco de Zacatín. Curiosísimo, nunca había visto algo así.
Lo encontramos: el lavadero y el Ojo del Puente (La Gaceta de Gea) |
Seguimos: "en el antiguo salón de sesiones del Ayuntamiento, que tiene carácter de época, se descansará un rato, y después de tomar una taza de te se marchará a visitar las canteras". Cómo cambian los tiempos: en esa época te podías plantar en un ayuntamiento y te ofrecían una taza de té. Igualito que ahora, me pasaré por el de Madrid a ver si lo consigo, aunque supongo que tendré que preguntar de ventanilla en ventanilla.
Salimos por la carretera de Valdelaguna, hacia el norte. Tras el cementerio, que aparece a la izquierda, una pista de tierra nos lleva a un enorme socavón: las canteras de piedra caliza de Colmenar de Oreja, abiertas en la pelada llanura. El suelo es arcilloso-calcáreo, de color rojizo, no hay arroyos de importancia, pues las aguas meteóricas empapan las arcillas superficiales de descalcificación, se infiltran en el subsuelo calizo y reaparecen en forma de manantiales en la zona superior de las cuestas que limitan el páramo. El socavón, con una rampa de acceso, presenta tonos ocres y blanquecinos, lo que indica la abundancia de sales de hierro.
Rojizo acceso a la cantera (La Gaceta de Gea) |
No he podido encontrar estas cuevas, lástima (Guía) |
Jolgorio en Chinchón (La Gaceta de Gea) |
Presa de compuertas de Molino Caído (La Gaceta de Gea) |
Titulcia sobre el escarpe (La Gaceta de Gea) |
Nuestros amigos Eduardo y Francisco cierran el recorrido de forma poco lírica, una rareza para la época: "una distancia de cuatro kilómetros separa a Ciempozuelos de la carretera general de Madrid a Andalucía, recorrida en la ida hacia Aranjuez, por donde se regresará a Madrid, distante 25 kilómetros del empalme".
Hasta la próxima, caballeros. Un placer.
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